El pasado 19 de junio era la fecha límite, y pese al atisbo de flexibilidad de Max Mosley, al proponer a los pilotos de la FOTA como última oferta más presencia en el Consejo Mundial para cambios de reglamentaciones y algo más en el tope presupuestario, la FOTA se negó en redondo declarando:
"Los equipos no pueden continuar haciendo concesiones sobre los valores fundamentales del deporte y han rehusado cambiar sus inscripciones condicionales originales para el campeonato mundial 2010. Estos equipos por lo tanto no tienen otra alternativa más que comenzar la preparación de un nuevo campeonato que refleje los valores de sus participantes.Los más importantes pilotos, estrellas, marcas, patrocinadores, promotores y compañías históricamente asociadas con el máximo nivel del automovilismo deportivo participarán en este nuevo campeonato."
Esto sí que descolocó todas las previsiones e hizo temblar a Berni Ecclestone y Max Mosley. Lo que era un negocio redondo, se desmoronaba por su inflexibilidad e imposición. Amén de otros daños colaterales como LA SEXTA y el resto de acuerdos publicitarios, que con un contrato firmado de 5 años, su activo perdía la mayoría de su valor, al cambiar la parrilla a otra que no era la acordaba.
Lo que está claro es que, en un proyecto que gira alrededor de tan pocos protagonistas, como son los equipos de Formula 1, es muy importante que los deseos de estos no sean ignorados y buscar su satisfacción constante, porque es muy fácil que en caso de inconformidad con la unión consigan la fuerza para hacer lo que se propongan, como ha sido el caso.
Finalmente la FIA no ha tenido otra que ceder, por lo que la Formula 1 continúa, pero con el nuevo enfoque de la FOTA con el que parece que ganaremos todos ya que proponen apuestas muy interesantes: una gestión más transparente, entrada a equipos nuevos facilitándoles sus comienzos, así como escuchar a todas las partes que formen parte del campeonato. Apuestan por tener más en cuenta al aficionado y abaratar el campeonato con “precios más bajos para los espectadores de todo el mundo”. Además, la FOTA puso otra condición, la marcha de Mosley, presidente de la FIA... dicho y hecho, parece que en la Formula 1 por fín hay paz.

Pues nada, esperemos que de todo esto saquemos los aficionados algo, y al menos nos faciliten la cercanía a este mundo tan poco accesible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario