10.10.08

EL PIÉLAGO: UNA SUBIDA PARA EL RECUERDO

Menudo fin de semana nos ha dado El Piélago: el homenaje al piloto Clemente Arroyo, por su reciente fallecimiento, provocó una asistencia masiva en el Real de San Vicente, un total de 59 pilotos.

Tenía muy buenas sensaciones y mucha ilusión en la que para mí es la prueba más importante del Campeonato Manchego, además de la última, por eso la entrené con gran concentración repetidas veces antes de las pruebas cronometradas.

El domingo temprano, como de costumbre, ubicamos la asistencia, la carpa LIQUI MOLY, y arranqué el motor a ralentí mientras revisaba que todo estaba bien ajustado antes de comenzar la prueba. Cómo no, el momento de mi pequeño secreto: SPEED TECH y OCTANE PLUS en el depósito para aumentar la potencia, velocidad y aceleración del Peugeot 106.
Llegó mi turno, el número 25, frente al crono de salida: 30… 20…10…3, 2, 1, 0! Las primeras curvas rápidas pero con bastante prudencia, pues los neumáticos aun no tienen la temperatura adecuada, y dan sensación de no agarre. A partir de los 200 metros, el coche se comporta al cien por cien. A partir de ahí el trazado requiere una mezcla de técnica y velocidad: buscar la trazada adecuada en cada curva, entrar por dentro intentado arañar décimas y pie a fondo! Hasta la primera horquilla, una de las más espectaculares por su cerrado ángulo, reducción a fondo y rápida salida. A partir de ésta, vienen las curvas enlazadas, sinuosas y con cierta pendiente, hasta llegar a la gran recta, donde se consigue poner el coche en quinta aunque no a fondo, para hacer un enlace de curvas y llegar a la segunda horquilla a izquierdas, muy especial y divertida. Tras la salida, el trazado es rapidísimo, y dicho por muchos “de valientes”, donde se cogen las velocidades máximas del tramo: sin dejar de acelerar, se enlazan curvas constantemente, y colocar el coche correctamente a la entrada de cada curva es esencial para reducir tiempo. La parte final del tramo es la zona boscosa, formada por más curvas enlazadas, muy rápidas y sombrías, en las que la adrenalina controla tu corazón, tu mente y el pie en el acelerador... INDESCRIPTIBLE!!

Desde los entrenos fui a tope para sentir el feeling coche y asfalto lo antes posible. 5 kilómetros y medio a velocidad de vértigo, al límite personal, que realicé en 3.19 segundos, 17segundos menos que el año anterior, que me situaron el número 16 en la scratch, por delante de muchos vehículos de cilindrada superior. El Peugeot 106 volaba!

Tras este resultado he tenido muchas felicitaciones, y una halagadora llamada: un gallego que me compraba el coche por una elevada cantidad! Ha sido muy tentador, pero ¿qué precio tienen las satisfacciones? ¿Qué precio tienen las ilusiones hechas realidad? Lo tengo claro, a día de hoy MI 106 no está en venta….

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