Hoy Ferrari ha tenido la suerte de tener un podium que sólo Fernando Alonso hubiera podido conseguir: aprovechar la lluvia, los huecos, el error del contrario, o la constancia y precisión en su conducción y el trabajo impecable del equipo han hecho que finalmente estuviera en el primer cajón del podium, algo que a día de hoy Ferrari no puede conseguir ni en condiciones normales ni con pilotos "normales".
El logro de Fernando da aliento, esperanzas e ilusión al equipo, pero no clarifica más su objetivo. Ferrari tiene claro que tiene que seguir avanzando en su monoplaza, y estoy seguro que el espíritu de este equipo conseguirá lograrlo: admiro la piña Ferrari que aun desde fuera se percibe, y confío en que será una cuestión de trabajo y sinergias entre todos esos cerebritos que velan por dar a Fernando la máquina que merece.
Después de todo, Ferrari hoy nos ha dado una gran carrera, y la lucha entre Fernando y Sergio en las últimas vueltas una gran lección, y un gran abrazo que muestra el espíritu deportivo que la élite debe dejar siempre como ejemplo a todos los que les admiramos.
Muchas gracias y muchas suerte para las siguientes!
